A principios del siglo XX, en Nueva York, las calles están llenas de niños abandonados o huérfanos que sobreviven en medio de la miseria gracias a la mendicidad y al robo. En los estados del Oeste, la adopción de niños se convierte en la forma más barata de conseguir mano de obra, por lo que los granjeros esperan la llegada de los trenes de los huérfanos, en los que viajan los niños rescatados del arroyo neoyorquino en busca de nuevas familias.
Esta es la historia de tres hermanos, Jim, Joey y Anna, que viajaban en uno de estos trenes. Esta es la historia de una separación, de una traición y de unos niños separados por la ambición de los adultos.